Tributo de Sangre y Oro

En "Tributo de sangre y oro",

Rafael Medina nos invita una meditación profunda sobre la tensión entre lo divino y lo terrenal, y la explotación de recursos naturales. La madera quemada representa la destrucción del yo superficial y la naturaleza, mientras que los dedos de escayola, frágiles, se extienden hacia la luz dorada, simbolizando tanto la iluminación espiritual como la riqueza material. La sangre que fluye entre la madera y el oro recuerda el precio del progreso espiritual y material.

Esta obra invita a reflexionar sobre el equilibrio entre deseos materiales y búsqueda espiritual, cuestionando las consecuencias de la explotación de recursos. Se convierte en una meditación visual sobre la lucha por el alma y los recursos, recordándonos que cada aspiración espiritual y material tiene un costo.